Hace 123 años, cuando Facundo Martínez Zaporta puso en las calles de Logroño el primer número de este diario, seguro que en su paseo por la capital alguien le paró y le dio la enhorabuena por la iniciativa. Entonces no había Twitter, Facebook, correo electrónico... Lo más parecido a la actual mensajería instantánea era el telegrama; probablemente alguno le llegó. Ayer, 40.000 números después, la historia -y las felicitaciones- se repitieron: en la calle, a través del correo electrónico, en las redes sociales...
En el quiosco, Enrique Oyaga, presidente de los vendedores de prensa de La Rioja, confirmaba en el mundo real la reacción del virtual: «Se ha vendido más que un viernes normal y ha gustado mucho, pero a más de uno le ha costado reconocer el periódico», decía. «Les explicábamos que era un facsímil del primer número y cuando veían el suplemento reconocían que estaba muy bien».
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