La lucha del Ayuntamiento para evitar el arrojo indiscriminado de las colillas de los cigarrillos al suelo no tiene fin. Si su estrategia comenzó instalando ceniceros en las papeleras, ahora van a más y desde ayer, los estanqueros y los responsables de los quioscos de prensa -que pueden vender tabaco desde hace algún tiempo- repartirán gratis 10.000 unidades de un nuevo modelo de cenicero de bolsillo.
No es la primera vez que se pone en marcha esta iniciativa ya que con la puesta en marcha de la Ley antitabaco, el Ayuntamiento también entregó estos utensilios para evitar que la calle acabara llena de colillas. La fórmula tuvo éxito pero pasado el tiempo ha resultado escasa y se ha hecho necesario reforzarla.
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